El joven urbano

La novela El disputado voto del Señor Cayo me interesó por su representación del joven urbano. El cuento demuestra que hay principalmente dos tipos, él que solo valora lo de la ciudad y conoce nada sobre el campo, como Rafa, y él como Víctor quien reconoce que hay mucho que ganar de pasar tiempo en el campo y aprender sobre la vida diferente allí. Antes de que Laly, Rafa, y Víctor salen para el campo y conocen al Sr. Cayo, Rafa dice en broma, “¿Podéis decirme qué sería de nosotros, pobres provincianos, sin los fichaje madrileños?” (p. 20). Así es como Rafa ve a los “provincianos,” que no sobreviran sin la ayuda e influencia de los de la ciudad. Pero, al mismo tiempo, cuando el grupo está planeando el viaje al campo, Rafa dice que no piensa que vale la pena de ir por allí por que hay tan poca gente viviendo en ese paisaje desconocido. Aunque pueden salir con unos votos de la área en que vive el Sr. Cayo, el campo es tan “ancestral” y desesperado. Aunque Víctor empieza pensando más o menos lo mismo que Rafa, él está más listo para reevaluar sus creencias que Rafa. El Sr. Cayo no intenta explícitamente de cambiar los sentimientos de los jóvenes, pero si propone las ventajas de su estilo de vida claramente. Después de marcharse del pueblito del Sr. Cayo Víctor dice, “No hay derecho…que hayamos dejado morir una cultura sin mover un dedo” (p. 161). Si uno nunca tiene la oportunidad de conocer algo nuevo, es probable que nunca cambiará sus opiniones, y aunque Rafa no parece ser cambiado, el encuentro con el Sr. Cayo si fue algo nuevo para él y probablemente se siente un poco diferente como consecuencia de su experiencia.